Sherlockeame

Desde que la saque de su heladera supe que nos ibamos a llevar bien, su fisionomia cuadrada se ajustaba a mi brazo de manera casi tetrica.
Juntos comenzamos a caminar y el camino una vez largo se hizo tan corto que apenas tuve tiempo de pensar-te en el dia anterior.
Le sobraban cosas a esa noche, pero nada que me librara del espiritu que me invadia el solo hecho de estar acompañado por ese lujoso lujo de acompañante. chorreando cruzamos un tunel y dejamos atras sospechosas miradas que aun nos alcanzaban cuando el colectivo se alejaba.
De antaño era ese recorrido, en tiempos de indecencia pero tambien de inocencia lo recorria con la frente en baja, siempre recordando-te, siempre tratando.
Llegando a los trenes volvi a no esperar y retome un bondi vacio y movido, me gusta ese bondi, nunca te aburris ahi arriba..
Segui atravezando el campo al que iba cuando apenas iba a mi primer colegio mientras mi compañero, aun bajo mi brazo, me miraba desde su casi vacio interior.
-no te preocupes, vas a llegar antes de terminar- pense como si pudieras escuchar mis pensamientos.
Aunque a veces creo que puede, todos pueden, en realidad todos somos psiquicos, solo que ninguno puede creer que el otro este pensando eso.
Al llegar a casa, en tiempo record, siento la libertad de caminar con el viento de frente, la libertad de no pensar-te, la libertad de no ver-te, la libertad de no escuchar-te, la libertad de no haber desperdiciado otra noche tomando-te.

hablandotè.