Mal sueño

Un tango de fondo, agua bajo el puente. Bandoneon sin aspiración, un pobre jugador en medio del humo. Interrupciones descartadas, notificaciones ignoradas, una gran cantidad de consejos desestimados.

Cómo es posible que aun intentando ser discreto salga del interior un ser que muestra cuánta desnudez hay entre los mensajes.

Cuantos mandan audios, borrachos que piensan, mentes que no agregan. Sera para mejor? palabras que condenan y comentarios que desdeñan. Olvidalá, no es tu tipo dijeron, que raro, no eres tu cantaron.
Solo por las mañanas, una vida que venció.

El sonido continua armonioso, el humo y su infidelidad se ponen de acuerdo. Van a la recepción a firmar contratos y uno se esconde a plena vista, vestirse sin razón, vestirse con un amargo viento, es el problema del corazón.

Otra vez, el camino bajo análisis que no deja de golpear, flotando entre conclusiones, sorprendido entre refugios. El mundo continúa sin conocimiento. Un reclamo atendido, sentencia sin evidencia.

Y es que ademas, la cercanía y la imagen del futuro borrando maldiciones que se leyeron entre tanta gente que se decía adiós, con las manos agarradas, Gustavos que se interponen, viajes de soledad.
Los inicios del fin que suenan a finales de novela, hoy.

Impactos fuera del área, gritos de mediodía, fotos con famosos, mensajes morbosos.
Comunicaciones invisibles, arreglos meticulosos, métricas incoherentes y personas increíbles. Los bonos son las amistades y los vacíos las antigüedades.
Mis orejas sean inmortales y sus personalidades, contractuales.

Al final, nunca sé si decir la verdad o jugar este juego que no se las reglas.

Al final, nunca sé si las realidades son fantasias o simplemente horizontalidades.

Al final, planiè.

Es con dos a

Mientras me avisan que ahi estas, que las razones existen, suenan alarmas de primeras intenciones. Un par de pájaros deciden no contestar y antes de que lo soluciones te cuentan el final. Sin piedad, te dejan expuesto cuando ya tenías la solución, cuando ya habías demostrado. Para la semana, superado quedaba, el principio del fin.

Con dudas superficiales, bajo tierra y asfixiado, repasaba una y otra vez como si fuera camino a un examen. Es que era un examen.

Vivo, voy, soy camino.

Al llegar me dijeron buenas noches, me conecte al wifi y saque el cuaderno que deja ver mi trabajo. Ojos en mi pecho, desprecio, sorpresa, sin razón, envidia, hace para demostrar, demuestra para hacer.

Y antes de obtener la invitación del anfitrión, acompañada de movimientos usuales, me avisan que te vas. Me avisas que te vas. Solo me queda un puñado de idas y vueltas, mucho que escribir y un montón de papel.

Las invitaciones llegan, las disculpas también, la semana sigue, Las letras, las líneas, las menciones, el teclado, dejan mis dedos cuando no tienen tacto, un desperdicio de intenciones.

Afuera, esa persona es parte de la gente, pero es poca esa gente, los viajes a escocia, las inversiones sin retorno, exiliado, estancado.

Extrañè.

Comprando sonidos

Estático, francés, sigiloso, mira de lejos. Dinámica, repetitiva. En lo alto, recuperando el mundo, su mundo, sus pies en el aire, detalles mugrosos de su último recital.

Estira las victorias de sus enemigos, gritando cada triunfo ajeno, cerrando las etapas regulares. Rinde típicamente un poco mas que su ideología, no tanto como un anarco cheto, pero redobla sus preguntas. Desde el sillón, adorando la forma visitante, faltan las explicaciones. Abre la izquierda, el ritmo cae, los acuerdos se olvidan, las cosas se olvidan.

Fue el fin lo que desencadenó la rotura de mis principios, jugando seguido, pero en posiciones prohibidas, rebotando, especulando, lamentando.

El final de siempre, la mano mas grande que la cara, el comentario ideal, falto de un tiempo fijo. Reprogramando, en medio del temor, esperando la intersección de los países.

Que curioso es dejar de hablar como un mensaje.

Peor es esperar la respuesta.

Karme.