Sin demaciado esfuerzo escucho a los viscosos sapos quejandose. Es un dia extraño. Extraño pero natural. Extraño de pelo largo.
Ayer estuvo igual, fue una noche-madrugada productiva. Nos tiramos a hablar en el pasto mirando los arboles de Sucre y sus intentos de caminar por el cielo. Mucho calor, bastante humedad, y un fuerte viento combinado con una noche casi despejada con luz de luna no llena. Esa normal situacion me traia una intranquilidad espiritual. Se avecinaba algo malo y tenia que hacer algo rapido. No algo para detener la incipiente maldad. Algo mas egoista, una necesidad de hacer algo que valga la pena antes, aprovechar el tiempo, sacar todo. Gracias sarlonga que no tenia credito, ni capacidad racional para mezclar letras en mi boca. Sin embargo fui yo. Fui yo toda la noche, Al que guían como si no tuviera que guiar a nadie...
Terminamos donde mas espero. Literalmente donde mas espero, solo a que salgan y nos vallamos. No me "cabe" negro/a la Loca Zion. Algun dia me encontrare con macka dentro y mis prejuicios se iran, pero hasta entonces, a matar la noche alli.
Ya que esto se transfomo en el relato de mi noche les dejo la intriga de como termino anoche la noche.
Ya que esto empezo como una reflexion les dejo una moraleja: Si te ofrecen, aceptá.
Defiendé.
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