El habla y la vista van de la mano. Con una mirada se puede decir mucho, por eso cuando no decis lo que miras es que sentis un gusto amargo. Cuando nuestra boca por fin habla lo que tanto tiempo hemos callado los ojos arden humedos y desearian nunca haber hablado.
1 comentario:
muy bueno, simple y mensaje claro, ya sin rodeos, ya aburrieron
Publicar un comentario