El día que la comprensión se tomo vacaciones, ahi estábamos, esperando que algo se rompa, que la dirección cambie, que la decision se personifique. Y me fui, y te di la espalda, y avance, pero cuando ya estaba llegando, me imagine que lindo seria encontrarte esperándome. Solo para seguir ahi, esperando que algo se rompa, que la dirección cambie, que la decision se personifique. Y ya no importaba entender, era solo una cuestión de estar cerca. Pero llegue, y el frío vidrio devolvió mi reflejo, y ahi terminaron las vacaciones. Entendí que el tiempo es un abismo, que las mentes deliran y los pulmones respiran. El ritmo marcado por la frecuencia del beso, todas demostraciones de un silencio incomodo que algún día debería ser cortado por viento sin sonido. Se volvió una rutina, el potencial análisis que no es objetivo, que con cada parpadeo pierde momentos que no volverán.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario