lunes, 3 de abril de 2017

Comprando sonidos

Estático, francés, sigiloso, mira de lejos. Dinámica, repetitiva. En lo alto, recuperando el mundo, su mundo, sus pies en el aire, detalles mugrosos de su último recital.
Estira las victorias de sus enemigos, gritando cada triunfo ajeno, cerrando las etapas regulares. Rinde típicamente un poco mas que su ideología, no tanto como un anarco cheto, pero redobla sus preguntas. Desde el sillón, adorando la forma visitante, faltan las explicaciones. Abre la izquierda, el ritmo cae, los acuerdos se olvidan, las cosas se olvidan.
Fue el fin lo que desencadenó la rotura de mis principios, jugando seguido, pero en posiciones prohibidas, rebotando, especulando, lamentando.
El final de siempre, la mano mas grande que la cara, el comentario ideal, falto de un tiempo fijo. Reprogramando, en medio del temor, esperando la intersección de los países.
Que curioso es dejar de hablar como un mensaje.
Peor es esperar la respuesta.

Karme.

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