lunes, 20 de octubre de 2008

Rotundo, Sabio y Libre

Si sentía la acidez todavía en la boca era porque quería. La magnitud de su propuesta la silencio, calló por largos minutos. Afuera las bocas se iban cerrando, una a una, todas quedaban similares a la suya, nadie le suspiraba, nadie la socorría, nadie. Estaba sola y sola decidiría, que hacer. Que hacer es todo en lo que podía ocupar su mente. 
Miro para abajo, sus dedos se asomaban acompañados por las uñas sucias a traves de los agujeros de las alpargatas Pampero, los remediaría mas tarde. Si solo contestara correctamente no tendría que. Pero qué era lo correcto, qué hacer, seria correcto dejarse llevar por la avaricia, o mejor dejarse llevar por eso que dicen amor. Amor? eso sentía, o le parecía, ni siquiera ella era capaz de saber, después de todo no tenia con que compararlo ni nadie a quien acudir a descifrarlo. Nadie.

Que espera esta niña. Que espera. Que es tan difícil, no tengo nada de lo que se pueda asustar, nada que pueda renegar, nada que la haría llorar, nada. Y así, sin embargo le ofrezco todo, tan difícil es entenderlo, creerlo, estoy enamorado, o por lo menos eso creo, ya ni se yo. Sera la ropa, la impresión, demasiado arreglado. No! soy un caballero no me debo olvidar, y como tal me debo comportar sin faltar. Tenían que mirarnos todos, era preciso, mientras mas nerviosa mas nublado seria su juicio y así sin mas me aceptaría, ya me ocuparía de castigarlo. Como se anima a fallarme en tan importante atrevimiento, sentiría mi ira Juan.

Di que no, por lo que mas quieras di que no. Si dices que no acá mismo te beso y te llevo al exilio, lejos de él. Como me he metido en este embrollo, triángulo amoroso a la antigua. Mi jefe mi amante y mua, en una situación temible para cualquier peón de ciudad, cualquier cadete de autoridad, cualquier aspirante a. A la vista nomas se atravesaba la dura dulcedad de la expresión de él, se veía como maquinaba por dentro y analizaba el porque de este silencio tan largo, tan poco parecido al planeado, esta duda de ella, esta poca presencia de gente adentro, cómo le había fallado, o saboteado, el plan. Di lo que digas que no me opondré, simplemente me iré, sin o con ti. Di que no.

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